Las empresas gallegas deben darse cuenta de que Internet ha venido para quedarse. No es una moda pasajera, sino un nuevo medio de comunicación, información y relación entre particulares y entidades. Ya existen dos estructuras empresariales y sociales diferenciadas: las conectadas y las no conectadas.
Las pymes de Galicia todavía no son conscientes del potencial que tienen en sus manos. Es imprescindible un salto cualitativo en la mentalidad de nuestros empresarios. Un proceso de "internetización" en una empresa debe pasar por etapas muy diferentes. Cuanto antes se desarrollen antes se harán evidentes sus beneficios, sus ahorros y un aumento en la eficacia de la organización.
La formación inicial a las personas de la organización que mantienen relaciones externas con proveedores y clientes es el proceso inicial. La herramienta básica debe ser el correo electrónico; permite concreción, alta inmediatez y mantener un registro del mensaje. Es más eficiente que el teléfono, no es necesaria disponibilidad inmediata en su atención y permite un archivo y seguimiento de las conversaciones.
La página web será nuestro principal escaparate. Proporciona un ahorro tangible que convierte en obsoletos los catálogos, las listas de precios en papel y toda la información sobre nuestra empresa. Sus costes de creación son similares pero permite una disponibilidad inmediata y la información se mantiene constantemente actualizada. Además cuando convirtamos nuestra web en una fuente de negocio, no sólo un amplio muestrario, sino una forma de realizar negocios con nuestros clientes, los beneficios serán innegables.
Finalmente las herramientas de Internet también nos permiten convertirla en la base de nuestra estructura de gestión. Permite accesibilidad, movilidad y descentralización en la estructura de la empresa. Los trabajadores pueden acceder a su trabajo y a su documentación sin necesidad de presencia física en los locales de la empresas y las delegaciones u oficinas remotas pueden trabajar como un todo perfectamente integrado.
Todos ellos son pasos sencillos y consecuentes. Es un camino que una vez iniciado no puede detenerse. Sólo es necesario que los gerentes y directores tengan la visión de adentrarse en él y crear estructuras que sean perdurables y que permitan lograr nuevas metas a las empresas.